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Cinco neoyorquinos se "mudan" a un museo para probar un microapartamento

Nueva York (EFE). "En Nueva York, tu apartamento es tu habitación y la ciudad es tu salón" es uno de los "mantras" a los que más recurren los agentes inmobiliarios cuando se trata de convencer a un extranjero para que alquile uno de los minúsculos estudios de la ciudad de los rascacielos.

Pero el Museo de la Ciudad de Nueva York quiere demostrar que, con un poco de ingenio, en un microapartamento pueden caber a la vez la habitación y el salón, y lo ha hecho invitando a cinco personas a turnarse para vivir durante este fin de semana en el apartamento de 30 metros cuadrados que ha construido en su tercera planta.

"Cuando me lo plantearon pensé que era demasiado pequeño, pero después cuando estás viviendo aquí es diferente, se siente abierto, no parece ni de lejos lo pequeño que es", dice a Efe Taylor Jones, una becaria del museo que, junto a su compañera de trabajo Emily Theakston, se animó a pasar 24 horas en este reducido espacio.

Desde las 6 de la tarde del jueves hasta la misma hora del viernes, Jones y Theakston compartieron este microapartamento diseñado por la firma italiana Clei y amueblado por Resource Furniture, que se dedica a importar a Estados Unidos "muebles multiusos" fabricados en Europa.

Una silla de escritorio que se transforma en una escalera, una mesa auxiliar que se convierte en cuatro asientos o una cama matrimonial que se repliega en la pared para dar paso a un sofá son algunas de las propuestas que consiguen aprovechar al máximo este diminuto espacio.

"Es muy moderno y chic, muy práctico, me encantaría tener muchos de estos diseños en mi propia casa porque me digo: 'éste es un invento increíble'", asegura Theakston, quien, a pesar de vivir normalmente en una casa adosada, dice no sentirse "enclaustrada" gracias a la organización del espacio.

Los ocupantes de este singular microapartamento, que por un día se meten en la piel de un concursante de "Gran Hermano" al estar expuestos a la mirada de los visitantes del museo neoyorquino, van describiendo en directo la experiencia a través de las redes sociales.

"No solamente es biodegradable, sino que además esta cama es súper cómoda", tuiteaba al despertarse Theakston.

El viernes tomaron el relevo la directora de diseño de Resource Furniture, Challie Stillman, y su novia, la abogada colombiana Lina Franco, que abandonaron por un día su apartamento de una habitación en Williamsburg (Brooklyn) para "mudarse" al museo e incluso organizaron una cena con ocho comensales, dos de ellos españoles.

"No me da ninguna claustrofobia, crecí en Brooklyn con mi mamá en un apartamento de un cuarto en un sótano y yo dormía en la sala, así que no soy de las personas acostumbradas a vivir en un chalet de 1.200 metros", dice también a Efe Franco, nacida en Medellín (Colombia) y emigrada a Estados Unidos a los doce años.

El experimento, que concluye el domingo con un quinto voluntario, es parte de la exposición "Making Room", que hasta el 2 de septiembre muestra proyectos arquitectónicos que abordan el desafío que supone el cambio demográfico en ciudades como Nueva York, donde un tercio de la población vive sola pero el espacio es cada vez más limitado.

Unas sillas plegables descansan en la pared de la entrada del apartamento, la mesa del comedor se esconde bajo la encimera de la cocina, una tabla de planchar se camufla replegada dentro del armario y las paredes dejan de ser meras herramientas de división para transformarse en armarios multiusos.

Aunque este estudio es el principal foco de atracción de la muestra, en ella también se pueden encontrar planos, fotografías y maquetas de proyectos como "My Micro NY", que ganó el concurso impulsado por el alcalde Michael Bloomberg para que Nueva York alce su primer edificio de microapartamentos.

Compuesto por 55 módulos prefabricados de entre 23,2 y 34,4 metros cuadrados cada uno, ese edificio se levantará en la calle 27 de Manhattan el año que viene y, a modo de excepción, podrá sortear la normativa municipal que impide construir apartamentos inferiores a 37 metros cuadrados.

Pero, si el programa piloto resulta exitoso, la ciudad podría acabar con esa normativa de 1987 para construir más edificios de microapartamentos, tal y como aboga la directora de mercadotecnia de Resource Furniture, Lisa Blecker, quien afirma: "Se prevé que otras 600.000 personas se muden a Nueva York en los próximos 20 años, ¿dónde los vas a meter?".