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Los casos de apoplejías podrían duplicarse para 2030

Londres (EFE). Los casos de apoplejías, que cada vez afectan a gente más joven, y sus consecuencias como muerte temprana o discapacidad podrían duplicarse en el mundo para el año 2030, según un gran estudio global que publica hoy "The Lancet".

Esta investigación, que recoge datos de todas las regiones del mundo entre 1990 y 2010, indica que los casos de ictus -que se dan cuando falla el riesgo sanguíneo al cerebro- en personas de entre 20 y 64 años han aumentado un 25 % en los últimos dos decenios.

En ese grupo de edad las apoplejías, llamadas también infartos cerebrales, suponen ahora un 31 % del número total computado, comparado con el 25 % en 1990.

A este ritmo, las muertes prematuras, discapacidades y enfermedades asociadas con ellas podrían doblarse a nivel mundial para 2030, según señalan los autores del estudio "La carga regional y global de las apoplejías", encabezado por Valery Feigin, directora del Instituto nacional de apoplejía y neurociencias aplicadas de la Universidad AUT de Nueva Zelanda.

Los expertos constatan que unos 83.000 jóvenes de menos de 20 años se ven afectados cada año por ictus y un 0,5 % del total se producen en este grupo de edad.

En otro estudio recogido por "The Lancet Global Health" se indica que en 2010 un 61,5 % de las discapacidades físicas o psíquicas y un 51,7 % de las muertes por apoplejía se debieron al tipo hemorrágico, la forma más letal y que está causada por la tensión alta y unos estilos de vida poco saludables.

Ello es así pese a que este tipo de ictus es menos común que el isquémico, que suele ser más brusco.

Según los expertos, la mayoría de las personas afectadas tienen menos de 75 años y son principalmente de países con ingresos bajos y medios, donde la incidencia del tipo hemorrágico ha aumentado un 19 %.

El equipo de Feigin advierte de que el cambio de tendencia hacia poblaciones más jóvenes continuará si no se introducen urgentemente políticas de prevención, destinadas a reducir el consumo de alcohol y tabaco y promover estilos de vida más saludables.

Otros datos destacados en el estudio son que, aunque la proporción de personas que sufre embolias por volumen de población se ha reducido en los últimos veinte años, las muertes por dolencias asociadas han aumentado un 26 %, hasta 5,9 millones.

El número de personas que sufre su primera embolia creció un 68 %, hasta 16,9 millones, en 2010, mientras que los supervivientes de un ictus se elevaron a 33 millones, un 84 % más.

Las enfermedades e invalidez asociada con las apoplejías subieron un 12 % hasta 102,2 millones de personas en el mundo, de acuerdo con el estudio.

En los países de rentas altas, la incidencia de los ictus se ha reducido en los últimos veinte años un 12 %, un 37 % las muertes y un 36 % las discapacidades, lo que, según los expertos, refleja la mejora en la información, prevención, diagnosis y cuidado, como el abandono del tabaco, el control de la tensión sanguínea o mejores unidades especializadas.

Lo contrario ocurre en los países de rentas bajas y medias de Europa del este, África subsahariana y el sureste de Asia, donde las apoplejías se cobran cada vez más vidas, con un incremento de la mortalidad del 42 %, y también causan un 46 % más de dolencias asociadas.

Esto se debe parcialmente, apuntan los expertos, al aumento de factores de riesgo como el tabaco, la hipertensión, la obesidad, inactividad física y una mala dieta alimenticia.